Hogares protegidos del calor
Si importante es proteger nuestros hogares del frío, tanto o más lo en protegerlos del calor, sobre todo en épocas en las que los presupuestos para el aire acondicionado y su gasto energético puede ser escaso.
Hay algunos consejos que pueden hacer que refrescar tu hogar sea más fácil y más barato. Y, aunque las medidas más efectivas requieren algún desembolso, como usar pinturas aislantes o protectores refractarios del calor o el frío en paredes y ventanas y una óptima protección en techos, puertas y ventanas, también hay trucos casi gratis. Vamos a verlos.
Limitar el calor residual. Es el liberado por los electrodomésticos: neveras, televisores, ordenadores... Limita al máximo las fuentes que generan calor, apaga lo que no necesites, intenta no cocinar en el horno, o haz comidas que puedan tomarse frías más tarde en las horas de menos calor. Las luces LED no desrenden calor, úsala.
En las horas más calurosas, abre las ventanas que se encuentren más arriba de forma que el aire caliente (que tiende a subir) salga por ahí y no quede estancado dentro de tu hogar. También debes intentar crear corrientes de aire que permitan que el aire esté en movimientos (es, al fin y al cabo, lo que hacen los ventiladores). Si pinta el techo de blanco, reflejará la luz y el calor no se absorberá dentro de la casa. Además, debes intentar que el sol no entre de forma directa, fíltralo mediante estores, persianas, cortinas...
En cuanto a los tejidos de tu hogar, los complementos que lleven fibras artificiales no permiten la transpiración, por lo que son adecuados para el invierno, pero deben retirarse en verano para ser sustituidos por complementos de algodón, hilo u otras fibras naturales.
Por supuesto, si tienes terrazas, balcones o jardines protégelos del sol, ponles plantas, refréscalos con agua cuando no de el sol y ¡disfruta de un verano menos caluroso!
Fuentes: ElMueble, Interiorismos, tendenciasYahoo,
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