Compartir una habitación no siempre es fácil y menos cuando nuestros hijos van creciendo y sus necesidades de espacio e intimidad crecen junto con ellos. Si a ellos le añadimos que esa habitación tengan que compartirla un niño y una niña, los problemas podrían multiplicarse. Ella quiere una cosa, él otra y tú quieres una habitación bonita, funcional y bien decorada. ¿Será posible?
Si que es posible. Decorar habitaciones compartidas por niño y niña puede requerirte algo más de trabajo en la coordinación de colores, textiles y en la búsqueda de la comodidad en los espacios comunes, pero podrás hacerlo con algunos consejos que te daremos a continuación.
Busca las piezas básicas como camas, armarios, escritorios o muebles pesados en colores neutros a los que puedas añadir diferentes complementos. Utiliza escritorios o paneles multiusos (que podrían tener perchas o espacios para sus pósters) para crear división de espacios que les ofrezcan una sensación de intimidad.
Si hay dos camas gemelas, usa los textiles para diferenciarlas, pueden ser edredones, sábanas o cojines del mismo diseño con diferentes colores, lisos con cojines distintos en gamas complementarias o en contraste.
Si hay literas o camas modulares y el espacio te lo permite, intenta que estén orientadas de forma distinta, en esquina o en dos niveles, y puedes aprovechar el espacio intermedio para los elementos comunes como alfombras o mesas de estudio.
La pintura o el papel pintado, también pueden servirte para definir dos zonas muy bien diferenciadas, puedes potenciarlo a través de la iluminación, de forma que tengan flexos de pie o incluso lámparas de techo independientes.
Dos mesas de estudio, dos alfombras, dos galanes de noche o percheros para su ropa del día son soluciones fáciles de incorporar, económicas y decorativas. Además son efectivas para que esa habitación compartida sea, a la vez, su propio territorio.
Fuentes: DecoraciondelaCasa, PequeOcio, Interiorismos, KiddsTuffWorld