Griferías para el baño
La grifería es parte básica del suministro de agua en nuestros hogares, pero también es un elemento decorativo de primer orden, en el que muchas veces no nos fijamos lo suficiente.
A la hora de elegir un grifo o llave para el baño, debemos fijarnos en el estilo y no solo en los sanitarios, sino también hay que prestar atención en elementos decorativos cercanos, como el espejo. El cromado o aspecto metálico similares suelen ser de mejor efecto.
Hay que jugar con el contraste o la similitud, pero siempre tener en cuenta esos elementos para que sus estilos no choquen entre sí. También es importante que los soportes para las toallas, el papel higiénico, las griferías de la ducha y las manivelas estén dentro de ese mismo estilo, sobre todo, para no llevarnos sorpresas desagradables en la decoración del baño, una vez instaladas las griferías.
Si vamos a reemplazar la grifería en una reforma, debemos también tener en cuenta que el sistema o equipamiento de la anterior y la que sustituirá sean compatibles. Por ejemplo, si hay un solo orificio para el paso de tuberías.
Hay que decidir también si queremos una grifería mural o de sobremesa, es decir, en la pared o sobre el lavabo, bidet o bañera. Ahora las opciones son muchas. También si deseamos que sea monomando (y dentro de éste lateral, centra,), sin mando (por sensores) o que haya doble mando para el agua fría y caliente.
Por último, no podemos olvidarnos del tipo de lavabo. No deberíamos elegir una grifería antes de éste o sin tenerlo en cuenta, pues podría provocar una falta total de funcionalidad, por ejemplo, si es demasiado alto o bajo y provoca salpicaduras o derrames.
Hoy tenemos piezas metálicas, futuristas, cerámicas, imitando modelos vintage, en colores, cromadas, con brillos, sin él… todos adaptarlos a la decoración de tu baño y obtener a la vez la máxima funcionalidad.
Fuentes: MiCasa, NuevoEstilo,
Un accesorio importante para un buen resultado. Interesante.
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