Una alfombra es muy útil para muchas cosas. Decorando con alfombras damos calidez y personalidad a nuestra casa, nos sirven para delimitar zonas y para proteger los suelos en zonas especialmente castigadas, como debajo de las sillas ruedas de despacho o en las áreas en las que juegan los niños.
Sin embargo, una alfombra también es una auténtica lata, porque atrae el polvo se ensucia con las pisadas o con algo que se nos pueda caer encima y es difícil de lavar y, normalmente, hay que dedicarle un buen trabajo de limpieza o llevarla de vez en cuando a la tintorería.
Para conservar sus ventajas y eliminar sus incovenientes, una buena solución son las alfombras de vinilo, muy fáciles de limpiar, ya que se pueden barrer o limpiar con la fregona. Además, hay modelos muy divertidos, como esta en forma de huevo frito.
Las alfombras de vinilo están especialmente indicadas para los cuartos y las habitaciones de los niños, ya que podrán jugar sobre ellas sin ningún problema, porque tienen otra ventaja además de que su limpieza es muy fácil y rápida: son completamente lisas, es como colocar un segundo suelo sobre el ya existente.
Y el hecho de que sean lisas las convierte también en muy apropiadas para colocar en los despachos o en los rincones de trabajo, ya que las sillas pueden rodar cómodamente y no se enganchan en el pelo de las alfombras textiles.
Pero no todos son modelos graciosos e infantiles, también existen de prints animales y de diseños más serios. Todo es cuestión de encontrar alguna de nuestro gusto.
Visto en: QVinilo.