Todos los muebles y objetos de tu hogar tienen derecho a una segunda oportunidad. No importa si son grandes o pequeños, que parezcan muy importantes o sean humildes botellas de plástico, si te decides a mirarlos con nuevos ojos y dedicarles un poco de esfuerzo, lucirán como nuevos de una forma que jamás habría podido sospechar.
Los detalles decorativos con objetos reciclados pueden ir desde los más pequeños, para reutilizar unas cajas condenadas a la basura, un papel pintado que sobró hace años o aquellas piezas rústicas que habrías creído imposibles de usar en tu piso urbanista.
Las mezclas, la pintura que puede hacer cambiar de aspecto el objeto más estropeado Pon un poco de paciencia y tu dormitorio con un cabecero hecho de puertas viejas o mesitas de noche con maletas antiguas lucirá espectacular. Imagina una base para la cama hecha de palets reciclados, unas sillas infantiles como zapateros, unas ramas secas como galán de noche.
¿Más ideas? Unos marcos gemelos y una cubertería desparejada o aquellas piezas heredadas de una abuela que jamás utilizas, una sorpresa. Tu cretividad aumentará conforme vayas imaginando nuevos usos, empleando nuevos materiales, perdiendo el miedo a decorar y reciclar a la vez, por esos prejuicios de que "se verá viejo o feo",
Si te atreves con piezas de mayor tamaño, los palets de madera brindan un sinfín de posibilidades tanto dentro de nuestro hogar para camas, como cabeceros o asientos, como fuera de él, donde un buen barniz que los proteja de las inclemencias nos permitirán volver a usarlos durante décadas.
Mira de nuevo tu trastero o desván. Aquellas maletas antiguas, los faroles de gas, unas sillas distintas de varias épocas, una cuna que nunca volverás a utilizar porque los pequeños de la casa han crecido... todo es susceptible de volver a ser utilizado.
¿Serás tú quien les niegue esa segunda oportunidad?
Fuentes: artsanddecoration.blogspot.com.es, Interiorismos.com