Poco a poco, conforme han ido pasando el tiempo, nos hemos acostumbrado a mirar el reciclaje no solo como un ahorro, sino como una inversión: una inversión en el bienestar del planeta y con ella, en nuestro propio bienestar y comodidad a largo plazo. También, cómo no, como una aporte a la decoración de nuestro hogar.
El reciclaje ya no es solo el "remendar" los trastos viejos o el aprovechar al máximo una cosa estropeada como pasaba a veces en las casas de nuestras abuelas, sino que ahora es un modo de vida eco-amigable, a favor de un futuro sostenible y que permite llenar tu casa de energías positivas a la vez que lo decoras con muy poco dinero.
El reciclaje cada vez se ha hecho más sofisticado y aporta soluciones decorativas muy eficaces. Puede ir desde algunos objetos para la casa hechos como diversión o hobby por la propia familia hasta el protagonista de diseños específicos, pensados para aprovechar materiales industriales o de la construcción como palets, ladrillos, tuberías o vigas.
Los corchos del vino, los disquetes que ya no utilizamos, viejos vinilos, botellas vacías, latas, cordones de zapatillas, las hojas de papel publicitario que llegan a casa o las bombillas de alto coste energético que vamos sustituyendo. Todo es susceptible de ser reciclado.
Pon un poco de imaginación y renueva los detalles de tu hogar con objetos reciclados, desde la lámpara del salón al jardín pasando por las habitaciones infantiles o la mesa del escritorio de tu hijo adolescente, el reciclaje te abre en la decoración un mundo de oportunidades que no vas a querer desaprovechar.
Fuentes: 19bis, ThermoCoat,DecoraBlog, Interiorismos, Terra.
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