La luz está tan presente en nuestras vidas que, muy a menudo, podemos olvidar que es uno de los elementos decorativos de primera magnitud. Una iluminación acertada puede potenciar nuestra decoración hasta hacerla sublime. Lo contrario, puede arruinar todos nuestros esfuerzos.
En decoración, hay quien se refiere a ella como la "quinta dimensión" porque nos permite redefinir el espacio y jugar con volúmenes inexistentes o imperceptibles. La luz natural es fundamental, pero no permitas que tome todo el protagonismo, puede hacer que tu decoración resulte plana si no está bien modulada. Para ello, estores, persinas, cortinas y visillos serán tus grandes aliados.
Si el caso de tu hogar es el contrario, y la luz natural es poca, compleméntala con la iluminación artificial adecuada, que puede hacer que no se note la falta de luz natural. En este caso, evita los contrastes demasiado acentuados, que podrían dar sensación de ahogo y cansan con bastante rapidez.
Puedes jugar también con espacios abiertos para que la luz natural de unas zonas llegue a otras y en la de menos entrada de luz natural sitúes puntos de luz ambiente dependiendo de las necesidades. Pueden ser focos encastrados, lámparas, lamparitas, apliques, luz decorativa tipo LED...
Si tienes que elegir qué espacio situar en una zona de claridad natural, las habitaciones infantiles deberían estar entre tus prioridades porque los pequeños estarán más seguros con menos interruptores o enchufes a su alcance y tú ganarás en tranquilidad. Una luz de techo es ideal si aún no tienen necesidad de una zona de estudio.
Como siempre, las necesidades de tu familia o las tuyas son las que deberán indicarte sin necesidad de muchas pesquisas dónde sobra o falta luz. Así, además de decorar con iluminación, harás todo tu hogar más cómodo y funcional.
Fuentes: LePetitTrianon, GuiaparaDecorar, Decoora, CasaOriginal.